A partir de una experiencia personal , la autora narra cómo la escritura terapéutica le ayudó a superar una depresión mayor。
Mientras que en casi todo el mundo las personas que viven con problemas de salud mental siguen siendo "otros", Etxebarria ha escrito un libro compartiendo su propia experiencia, con la esperanza de que le proporcione vocabulario y voz a otra persona que esté pasando por algo similar。 Y también de ayudar a parejas, amigos, familiares y compañeros de trabajo de personas que atraviesan una depresión。 Porque a menudo los que rodean a la persona deprimida no tienen ni idea de cómo deben actuar。
Aceptar que una depresión es una enfermedad que puede afectar a cualquiera es indispensable para que entre todos superemos el estigma。
La escritura terapéutica como herramienta para la salud mental es una práctica común en Estados Unidos pero de muy poca implantación en el entorno hispano。 Sin embargo, existe unanimidad en el ámbito profesional sobre el hecho de que la escritura terapéutica es un potente vehículo para la expresión y el afrontamiento de las emociones。 Nos permite, por un lado conocernos mejor y acelerar la recuperación del los síntomas de ansiedad y depresión。 Pero sobre todo nos ayuda a recuperar la agencia: el control sobre nuestras propias acciones。
Porque solo cuando nos hacemos responsables de nuestra vida podemos hacernos de nuevo con el control de nuestra vida。